Para niños de 3-4 años
Para
que las normas se les queden grabadas, lo mejor es contarles en alto lo
que debemos hacer ciertas situaciones:
- En un semáforo no se puede atravesar un paso de peatones, donde debemos pasar solamente en las líneas paralelas, ya que es el único sitio seguro por donde se puede pasar, y que siempre tienen que hacerlo de la mano de un adulto.
- Hay que explicarles que no se cruza mientras el hombre del semáforo esta en rojo, pedirles que nos avisen cuando se pone en verde y aclararles que es entonces cuando se puede cruzar. Eso sí, mirando a los dos lados de la calzada para asegurarse de que no viene ningún coche.
Para niños de 5-6 años
- En la calle. Tienen que saber distinguir claramente la calzada de la acera, y caminar, a ser posible, por el interior de esta. Debemos prevenirles de jugar junto a entradas o salidas de garajes, en zonas de tránsito de ciclistas, etc. Aunque aún no deban hacerlo solos, es importante que aprendan a cruzar la calle correctamente. Una forma divertida de enseñarles puede ser dejar que nos guíen por las calles más tranquilas, y nos demuestren así todo lo que van aprendiendo.
- En el parque. Aunque vayan siempre acompañados, no podemos pretender que no se despisten jugando. Por ello es importante mostrarles claramente la zona en la que pueden jugar y qué límites no deben traspasar.
- Al salir del colegio. Es importante que no crucen solos la carretera, si la hay, aunque nos vean llegar de lejos y se mueran de ganas de correr hasta nosotros. Debemos establecer un lugar de espera fijo y evitar llegar tarde por si se ponen nerviosos y deciden moverse. Es recomendable, en cualquier caso, que aprendan cuanto antes la dirección de casa y unas pautas mínimas de actuación, por si llegan a perderse en este u otro momento. No moverse del sitio o dar con un policía municipal que les atienda, por ejemplo, podrá sacarles de más de un apuro.
- En casa. ¿Qué tal comprar libros y juegos enfocados a la educación vial? Así, los niños aprenderán mientras dibujan, trabajan la memoria o simulan recorridos urbanos. Aunque también unos cojines, una alfombra y unas sillas pueden servirnos, (¿por qué no?), para improvisar el más divertido de los circuitos automovilísticos sin salir del salón de casa.
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